Indiscutiblemente, los celulares Samsung y los celulares iPhone son, hoy en día, las opciones más codiciadas. Todos los conocen, todos los quieren, y se pueden conseguir casi en cualquier tienda de celulares, como esta, por caso.
¿Son mejores los celulares Samsung? ¿Me conviene un iPhone? ¿Qué los diferencia? E incluso, ¿hay diferencias notorias a esta altura de la historia de la innovación tecnológica? Sobre esto y más hablaremos en esta nota.
El comienzo de los celulares Samsung
El primer celular de Samsung fue el SH-100, que se presentó en 1988. Este era un teléfono oscuro, pesado y bastante rígido con teclas enormes.
Este equipo fue creado después de que la empresa hubiera coqueteado con los teléfonos para autos. Concretamente, en 1985, Samsung lanzó el Samsung SC-100, un teléfono para coches que solo circuló en Corea del Sur.
Para ese entonces, solo Nokia había lanzados celulares móviles, específicamente, tres modelos. Apple todavía no existía en el mercado.
Y el comienzo de iPhone
A mediados de 1983, Apple estaba diseñando el Apple Phone, un smartphone con pantalla táctil, algo realmente revolucionario y que ningún otro celular tenía (y faltaría mucho para que apareciera esta función disponible para cualquier usuario).
Sin embargo, y por razones desconocidas, Apple decidió no lanzar su Apple Phone. El prototipo se encuentra en la Universidad Stanford. ¿Mito o realidad?
Sea como fuera, ¿cuál fue el primer celular de Apple? La creencia popular es que el primer móvil inventado por Apple fue el iPhone.
No obstante, aquel tuvo un antecesor: el Motorola ROKR. Este híbrido entre el hardware de Motorola y el software de Apple se lanzó recién en el 2005. ¿Una decisión estratégica de mercado para atacar al futuro principal rival, Samsung?
Una típica pregunta latente en la sociedad: ¿Samsung o iPhone?
Tal vez, esta sea una pregunta inevitable a estas alturas, cuando todos tenemos smartphones y cuando, sobre todo, todos queremos el mejor smartphone. Además, vivimos en una sociedad que ama las polarizaciones…
Hoy los últimos modelos de ambas marcas son el Galaxy S9 y el iPhone X, dos celulares increíbles se los mire por donde se los mirara.
Claro, en algunos aspectos el iPhone X es superior. Como así también, en otras el Galaxy S9 supera al otro.
En conjunto, podemos decir que ambos celulares son dispositivos casi perfectos (y vale incluir acá al Google Pixel 2, al Mate 10 de Huawei y otros) y los mejores de su clase.
¿Qué significa esto? Que hoy no encontraremos ya grandes diferencias entre los equipos de tope de gama de cualquier marca líder.
Hay usuarios amantes de IPhone, fervientes y ciegos amantes, de hecho. Y hay otros que prefieren a la empresa coreana. Entre ambos tipos de clientes puede ser que jamás se llegue a un acuerdo racional.
En definitiva, se trata de ecosistemas tan avanzados (y tan parecidos, en muchos aspectos), que la discusión sobre cuál es el mejor hace que la tarea se torne casi académica. ¡Pero no nos amedrentemos! Pongamos manos a la obra.
Primero lo primero: ¿qué ofrecen en términos de diseño y de tamaño?
En lo que refiere al diseño, no hay mucho por agregar a lo ya conocido: el Galaxy S9 es casi idéntico al S8 (mínimamente más grueso y el sensor de huellas digitales tiene una nueva ubicación).
Pero estamos antes posiciones estéticas bien diferenciadas: mientras que Apple eligió poner todos los componentes del frente en la conocida y polémica pestaña superior, Samsung prefirió buscar el balance entre el marco superior y el inferior.
En lo que refiere a los tamaños, la comparación resulta absurda. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque tienen prácticamente la misma medida. El Galaxy S9 es apenas más grande que el iPhone X.
En este punto, nuestra opinión personal es que, tal vez, ambos sean bastante grandes…
Segundo: ¿qué tal la memoria y el procesador?
El iPhone X usa el chip A11, es decir, el más sofisticado de Apple. Mientras tanto, el Galaxy S9 recurre a un Exynos 9810, el más poderoso de Samsung.
Algunas pruebas disponibles en la web han dado como ganador al de Apple; otros, al de Samsung. De todas las comparaciones, es la menos interesante: no importa el chip en sí, sino la agilidad con la que se funciona el sistema operativo y lo que le permite hacer.
Junto con el procesador viene la memoria: 4 GB para Samsung o 6 GB para Apple. El celular de esta última empresa es más frugal, gracias a iOS11: 3 GB, junto con 64 o 256 GB de almacenamiento. En el caso de Samsung, las opciones son 64, 128 o 256 GB de almacenamiento, expandible, por supuesto, vía microSD de hasta 400 GB.
Último, pero no menos importante: ¿qué hay de la batería?
Con respecto a la batería, su capacidad depende del tamaño. En el caso de iPhone, 2716 mAh; en el caso de Samsung, 3000 mAh.
Pero, en concreto, ¿qué significa esto? Pues que la batería impacta directamente sobre la autonomía del equipo, cuestión fundamental hoy en día. Y en este punto, sale victorioso el iPhone.
Ambos dispositivos ofrecen la función de carga rápida (claro que con el cargador adecuado, que Samsung incluye con la compra de sus equipos, y que en el caso del iPhone X requiere un pago adicional) y ambos, también, permiten la carga remota.
Sea como fuera, en ambos casos, ya prácticamente podemos olvidarnos de andar con cargadores inalámbricos a cuestas o por preocuparnos de reducir consumo para poder llegar al fin del día con carga.
Precio: ¿la verdadera definición?
Es inútil ahondar en más cuestiones como, por ejemplo, la cámara: ambos cuentan con cámaras impresionantes.
Quizás, a muchos de nosotros, más allá de una inclinación por uno u otro celular (¡si es que no somos fanáticos!), lo que defina la ecuación sea el precio. Entonces, ¿qué hay del precio de cada uno de estos equipos?
¡Este tal vez sea el punto más claro! El Galaxy S9 tiene un precio base de 720 USD.
¿Y qué hay del iPhone X? Pues una diferencia notable: 1000 USD más impuestos.
¿Con esta información, de qué lado se inclina tu balanza? ¿Cuál preferís?