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¿Hay posibilidad de que mi organismo rechace los llamados implantes dentales en un día?

Mucho se escucha hablar de incompatibilidad cuando los médicos realizan intervenciones donde, con el fin de restaurar la función regular y parte de la estructura de un organismo, se colocan tejidos auxiliares o implantes no orgánicos. La clave del éxito en estos procedimientos radica en la habilidad del implante para adaptarse a entorno biológico en el que se instala, lo cual no siempre es sencillo. La inclusión de tejido orgánico (que ocurre cuando se utilizan fragmentos de hueso o tejidos blandos) tiene sus bemoles, pero la de implantes de materiales inorgánicos como el metal (que durante décadas ha sido muy utilizado en odontología), no es menos compleja, ya que el avance tecnológico no ha conseguido lograr que el cuerpo pase por alto la adición de un cuerpo extraño.

El delicado tema del rechazo en implantología

Y es que, para que todo vaya viento en popa, es necesario no solamente que el material utilizado sea completamente inocuo para evitar la liberación residuos tóxicos y la proliferación bacteriana, pues, al igual que cuando se utiliza tejido vivo, también es preciso que este sea lo más similar al organismo. Los materiales como el acero inoxidable y el titanio tienen la ventaja de ser completamente estériles, no obstante, en algunos casos particulares, pueden favorecer la cicatrización inadecuada, lo que llega a entorpecer la sujeción del implante haciendo que el tratamiento deba revertirse. Este fenómeno, que es distinto de la alergia a los metales, es justo lo que ocurre cuando se habla de que un implante ha sido rechazado y, aunque es raro y no impide que el arreglo se complete en una segunda intervención, es un problema latente al que los odontólogos suelen estar muy atentos.

Una nueva era

Lo cierto es que hay posibilidad de que el cuerpo termine rechazando un implante que se acaba de aplicar, sin embargo, esta se reduce al mínimo con la utilización de materiales altamente adaptables como el zirconio, que se utiliza en los llamados implantes dentales en un día.

Cuando se instala en un entorno biológico, el zirconio se integra con rapidez, acelerando la curación y favoreciendo la adecuada formación de tejido cicatricial y, también, reduciendo las reacciones por la que se pueda producir una alergia.

Sin ir más lejos

El zirconio ya está al alcance de tu mano en Valencia gracias a clínicas especializadas en tratamientos de vanguardia como Muller, donde los médicos poseen certificaciones especiales en el manejo y la colocación de puentes, coronas y, por supuesto implantes fijos con los que la posibilidad de rechazo y alergia se limitan y la durabilidad se prolonga durante al menos 25 años seguidos.  Pide una cita ahora y vuelve a disfrutar de la vida tanto como lo hiciste en tus mejores tiempos.

Imagen cortesía de http://quieroserguionista.com/. Todos los derechos reservados.

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